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8 jun 2010

MATANZA DE BECERRITOS

                                           MALTRATO ANIMAL


Matanzas de becerros

En El Escorial (Madrid) , los mozos clavan de cualquier manera banderillas a un becerro hasta que muere d esangrado

JAVIER RADA El Escorial (MADRID)

La poca d es treza de los matador es de El Escorial multiplicó el sufrimiento del animal sacrificado el pasado 3 de agosto.LUIS LLORCA



Matar no es fácil. Lo sabe el matarife, el sheriff, el criminal de guerra y el espadachín. Matar cuesta. Lo dice el sádico, el fumigador, el pescador y el cazador. Es sencillamente algo complejo que requiere de dotes y conocimientos. ¿Sabrían esto los aprendices de torero de la becerrada de San Lorenzo del Escorial (Madrid) el pasado 3 de agosto? ¿Lo sabrá Michelito, el torero mexicano de diez años que esta semana ha desatado una polémica en Francia?



Tr es becerros (toros de menos de dos años) sufrieron el mal matar, y enseñaron esta lección a más de cien personas. Fue la frase más repetida en la grada. "Si ya les cuesta matar a los toreros", decía una mujer mayor. "¡A ver si lo matas a la primera!", gritó un joven mientras sujetaba un litro de vino. Ninguno de los tr es matadores cumplió la expectativa. Había numerosos menores entre los espectadores , hasta bebés. Y todo a ritmo de pasodoble, sonrisas y aplausos.



Cipotín, nombre artístico de uno de los mozos, está en el ruedo. Los banderilleros (Pollero y Carnicerito) han hecho su trabajo. El becerro sangra ostentosamente por una banderilla mal clavada en las costillas. Enfundado en vaqueros, Cipotín torea. Ha llegado hasta aquí por ganar una rifa de un euro. Y se acerca el momento difícil, esa acción que nos define como humanos o delfin es : matar por placer. En la primera es tocada toca hueso. A la segunda, sí, se clava en la carne, pero no muere. Tras cinco minutos de agonía, el becerro cae. Aún menea las patas, como la cucaracha al recibir el aliento del veneno, cuando le están rebanando la nuca.



Los ecologistas dicen que estos actos son ilegal es , ya que vulneran el reglamento taurino de la Comunidad de Madrid. En él se prohíbe infringir daño a las res es en los f es tejos populares . En la Comunidad alegan que el reglamento taurino de 1995 no contempla las becerradas como f estejo popular, sino como una corrida. Aun así, afirman que es tán modificando las normas para "ser más exigentes ". En el Ayuntamiento de El Escorial se escudan en que ellos no organizan el evento, sino las asociacion es de las Fiestas de Mozos, Casados y Viudos.



El privilego de la queja

¿Tenía es te becerro derecho a no sufrir? "Históricamente, el predicado de la justicia no se ha aplicado a los animales no humanos, sólo entre agentes moral es que sean capaces de quejarse y tener un sentido de lo justo", explica Pablo de Lora, proesor de Filosofía del Derecho. Es justicia de humanos.



El segundo matador, El Pelu, no tiene las cosas claras. Las banderillas se han clavado en el cuello del animal y en otro costado. El becerro, en un acto de rendición, baja la cabeza. El torero falla. Le da varias es tocadas. Y nada. La es pada se queda a medio clavar en el lomo. Deciden matarlo. El público grita: "¡Que lo mate él! ¡No tú, que se lo gane!". Mientras dudan, el animal sigue sufriendo. Intentan rematarlo con un cuchillo. Lo clavan y nada. R es iste. ¡Tozudo! Finalmente un puntillazo acaba con esta extraña vida de los que mueren en la feria.



"Debemos preguntarnos qué ocurre con los pacientes moral es ", continua De Lora, "con aquellos que no tienen un sentido de la justicia, como un becerro o un niño, o un discapacitado psíquico. Al infringirles un sufrimiento gratuito estamos cayendo en una opción moralmente execrable".



Una opción quizás execrable pero apoyada por los políticos. El PP y el PSOE acaban de votar en el Ayuntamiento de Algemesí (Valencia) a favor de la polémica matanza de becerros que tendrá lugar en septiembre. Los ecologistas también siguen denunciando las becerradas de Vinuesa (Soria). Las tr es , contando la de El Escorial , tienen en común que gente inexperta sacrifica animal es .



El tercer torero tampoco acierta. Le clava media es pada en el lomo. Deciden que expíe el pecado de nacer toro con un es toque de d es cabello. Hasta cinco impactos en el cuello. Un grito d es garrador, no audible por la música, le lleva al suelo. Parece que el paciente moral es ta vez sí se quejó.

"Imaginad que en aras de la tradición una costumbre bárbara como cortar el clítoris se celebrase en la plaza Cibeles de Madrid. Una vez se planteó en el Parlamento alemán qué pasaría si se realizara una corrida en su país. La res puesta fue que serían todos detenidos. Lo mismo, en El Cairo. La compasión debe cultivarse", explica el filósofo Jesús Mosterín.

Morir ante el pan y circo del pasado. Ser torturado bajo el olor del bocadillo de tortilla de patatas. En Roma, a la plebe le salía gratis el espectáculo. En San Lorenzo del Escorial pagamos 12 euros.



http://www.publico. es/espana/ 141035/matanzas/ becerros

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