HAZTE SOCIO

Si quieres hacerte socio , rellena el formulario de contacto, son cuatro euros al mes




3 oct 2010

LA CULTURA DE LOS MUERTOS

Seguro que muchos hemos leído sobre el sufrimiento del toro en el ruedo y conocemos diferentes opiniones de qué ocurre los momentos anteriores a su lidia final.

España, país taurino por obligación que nombró a esta tradición como "Fiesta Nacional" durante la dictadura de Franco, avanzó mínimamente en derechos animales pasada ya la transición y, aunque la ley y quienes las escriben todavía mantengan su negación a terminar con las torturas, la sociedad española ha sabido entender el sufrimiento de los que llevan marcados en sus carnes el egoismo humano, el disfrute cruel y sangriento a costa de la tortura pública de los mismos.

Sin ir más lejos, la última encuesta conocida sobre la afición de los ciudadanos españoles a la fiesta, concluye que más de un setenta por ciento de la población se declara contraria. Es lógico pues, que quienes no podemos fumar en un establecimiento público por la mera cuestión de ser minoría, nos preguntemos qué razón existe para mantener algo que los ciudadanos no queremos. Puede parecer una comparación un tanto demagógica pero, debería dejar de serlo si nos planteamos que correr un encierro puede matar tanto como conducir sin cinturón o no llevar puesto el casco en una moto.
Tordesillas celebra estos días su matanza tradicional. Como en tiempos de antaño y como si se dejaran la vida en ello, un pueblo sale a la caza de un toro, armados con lanzas, a pie o a caballo, con el único proposito de darle muerte a Platanito, el animal que por gracia de vaya usted a saber quien, dajerá su última lágrima de sangre sobre la arena, adormecido y agonizante; y con un suspiro dirá adiós a la vida que él no eligió. Quienes le darán muerte aseguran que no sufrirá. Para argumentarlo se escudan en que es una única persona quien con lanza acaba con su vida, como si por rejón pluma y por criminal payaso.
La realidad es que tampoco hay que ir tan lejos de nuestra tierra para conocer dichos abusos. En Navarra, tierra incomprendida por todos lares, el asesinato público en la Plaza también es conocido, si cabe con más rintintín. ¡Qué guasa que sea de la Misericordia!. El animal es acribillado por picadores, punzado con banderillas terminadas en ganchos punzantes que desgarran su carne a cada movimiento, atravesado por una afilada espada que acaba rompiendo sus órganos vitales y firmando su muerte. Su oreja será recompensa para el matador, que la alzará como símbolo de victoria en un enfrentamiento no buscado. ¿ Qué mérito se encuentra en la masacre de un inferior? ¿Qué demuestran las ovaciones de los aficionados a ello a parte de sus posibles carencias mentales? No lo sé. Los entendidos argumentan la valentía del torero al plantarse delante de un toro bravo, pero yo no conozco toro así. Un animal herviboro jamás podría atacar nada que no supusiese una amenza para él, pero entonces ¿ qué ocurre antes de la lidia para que un animal manso salga en ocasiones enfurecido?

Un conocido representate taurino, Kiko Matamoros, afirmó que el toro es modificado con anabólico, incluso que en una ocasión pudo observar como un animal accedía a la Plaza con una jeringa todavía clavada en su lomo. Poco tardaron otros en desmentirlo <<¿ cómo podía ser eso? , sería de locos enfrentarse a un animal drogado, una incógnita el comportamiento de un toro en esas condiciones>> decía el matador Curro Matola.

Horas antes de ser lidiado, el toro está encerrado en la oscuridad, esto propicia que a su salida se encuentre nervioso, tenga miedo, no sepa qué hacer...solo puede pensar en escapar, encontrar algo que le permita huir de esa asquerosa tortura... y ni siquiera conoce qué vendrá después.

Cuernos afeitados, drogas, conocimiento sobre el comportamiento del toro; todo ello demuestra que el cálculo es casi perfecto para que la víctima sólo sea una.



Hay quien dijo que la única batalla que se pierde es la que se abandona. No estaba en lo cierto, hay quienes antes de empezarla ya la tienen perdida. Mientras tanto que nuestros políticos se sigan cerrando los ojos y tapando las orejas, que seguramente sus votos los recogerán con la nariz tapada

Fuente: http://www.cobosimanol.blogspot.com/

No hay comentarios:

Publicar un comentario