Un total de 2.230 mascotas, la mayoría perros y gatos, murieron de forma "lenta y agónica" en las instalaciones de la Asociación Parque Animal, de Torremolinos (Málaga) entre 2008 y 2010. Para "ahorrar costes", los responsables del centro rebajaban las dosis de medicamento eutanásico para los sacrificios. La Guardia Civil acusa a la directora, C. M., y al encargado, F. B. G., de dar muerte a los animales "sin ningún tipo de control veterinario". Por realizar sacrificios de forma "continuada, masiva, deliberada e injustificada", están acusados de maltrato animal e intrusismo profesional.La directora del centro supuestamente falsificaba la firma, el número y el sello de un veterinario en los listados con los animales sacrificados e incinerados que remitía al Ayuntamiento. Y, además, usaba recetas en blanco para consignar cantidades falsas de productos eutanásicos. También hay dos veterinarios imputados. Todos han quedado en libertad con cargos.
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