29 may 2010
Alertan del riesgo de comer carne de animales cazados con plomo
27 Mayo 10 - Madrid - Un equipo de científicos de la Fundación para las Aves Acuáticas y los Humedales (WWT, Wildfowl & Wetlands Trust), junto a investigadores de otras instituciones británicas y del Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos (IREC) de España, ha comprobado que los niveles de plomo de algunos animales de caza ya cocinados superan los límites máximos que marca la Unión Europea, debido a que quedan restos de la munición.
"Dependiendo de la especie y el tipo de receta utilizado, entre el 20 y el 87.5% de las muestras analizadas superaban el nivel máximo de plomo establecido por la UE en lacarne de animales de abasto de 100 partes por billón (0,1 mg/kg sobre peso fresco de carne)”, señala a SINC Rafael Mateo, coautor del trabajo e investigador en el IREC (un centro mixto de la Universidad de Castilla-La Mancha, la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha y el CSIC).
Para realizar el estudio, publicado recientemente en la revista de acceso libre PLoS
ONE, los investigadores analizaron la carne de seis especies de aves de caza (perdiz
roja, faisán, paloma torcaz, lagópodo, becada y ánade real) abatidas por cazadores en
el Reino Unido. “En España y otros países se caza de la misma forma y se usa la
misma munición, por lo que la problemática de este tipo de contaminación en la carne
es la misma”, puntualiza Mateo
Perdigones cocinados
Las piezas se radiografiaron para detectar la presencia de perdigones y los diminutos
fragmentos de plomo. Después se cocinaron y se retiraron los perdigones de la carne,
tal y como se hace habitualmente al comerla. Finalmente se midió la concentración del
metal en este alimento mediante espectroscopía de absorción atómica.
“Aunque los niveles que marca la UE son para una carne de consumo más frecuente
que la de caza, en especies como la becada, el 5,4% de las aves cocinadas
presentaban más de 10 mg/kg, lo que supondría superar con una sola comida de 200
g de esta carne la ingesta de plomo tolerable de toda una semana para una persona
de 80 kg de peso”, destaca el investigador.
El estudio concluye que el riego potencial para la salud de la ingesta de carne de caza
abatida con plomo puede ser mayor que el considerado hasta ahora, y en especial
para grupos vulnerables como niños y personas que consumen grandes cantidades de
esta carne.
El vinagre aumenta la contaminación por plomo
Mateo ha explicado hoy en el congreso de la Society of Environmental Toxicology and
Chemistry (SETAC), que esta semana se celebra en Sevilla, cómo varía la
biodisponibilidad del plomo: “En forma metálica es poco absorbible por el intestino,
pero cuando se cocina, especialmente con recetas en escabeche, se transforma en
formas de plomo que por la vía digestiva pueden llegar a la sangre con mayor
facilidad”.
“En la caza mayor, y al contrario de lo que se piensa, las balas de plomo también se
fragmentan”, explica Mateo, que ha confirmado con su equipo la presencia de altas
concentraciones de plomo en muestras de ciervos y jabalíes de Sierra Madrona
(Ciudad Real): “Las explotaciones mineras de la región pueden influir en los
resultados, pero no explican por sí solas los niveles extremadamente altos detectados
en algunas muestras”.
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