2010 ha sido declarado por Naciones Unidas como el año internacional
de la Biodiversidad. Por ese motivo se realizan cientos de eventos, la
mayoría jornadas, conferencias, ferias en las que nos quieren mostrar
los esfuerzos que se están realizando para proteger la biodiversidad
de nuestro planeta. Sin embargo, no se están poniendo medidas para
frenar a las multinacionales en su avance hacia una destrucción
desenfrenada que están ocasionando con el consentimiento de todos los
gobiernos del mundo.
Además nos topamos de frente con el grave problema del tráfico de
especies, que en lugar de remitir, cada vez aumenta. El precio que
pagamos por este desmesurado comercio, adquiere cada vez más, una
mayor gravedad, al romperse el equilibrio ecológico en el cual
vivimos. Numerosos informes científicos, demuestran que estamos
rompiendo la balanza que estabiliza nuestro único planeta, exponiendo
nuestra propia subsistencia. A pesar de ello, el holocausto continúa y
con él, va disipándose la esperanza de la razón y la sensatez que
deberían primar en el ser humano.
El comercio internacional con especies de fauna y flora silvestres,
sus restos y productos derivados, es hoy un gran negocio que mueve
millones de dólares al año. Una gran parte de este volumen corresponde
a transacciones comerciales legales, reguladas por distintas leyes
nacionales y tratados internacionales. Pero una tercera parte de este
comercio, responde a actividades ilegales de tráfico de especies en
peligro introducidas de contrabando, en los distintos países del mundo.
El 14 de septiembre de 1990, hace veinte años, en un intercambio
cultural entre España e Hispanoamérica para celebrar el V Centenario
del Descubrimiento, zarpó del puerto de Huelva, el buque ?Guanahani?,
de la expedición ?Aventura 92" con 430 estudiantes y 30 miembros de la
tripulación. Tras su travesía por la península del Yucatán, Costa
Rica, Panamá, Cartagena de Indias y Puerto Rico; el 22 de octubre
entraba en el puerto de Cádiz, finalizando felizmente el viaje que
duró 40 días y cuyo Jefe de Expedición era Miguel de la Cuadra
Salcedo. Posterior al recibimiento y protocolo organizado a su
llegada, nadie esperaba lo que tres horas después fue confirmado. La
bodega del barco fue inspeccionada por la Guardia Civil, encontrando
más de sesenta loros y guacamayos, dos primates, cinco caimanes
disecados y dos tucanes. Los responsables el Capitán del barco y
varios marineros, fueron denunciados. Se decomisaron un total de 81
animales protegidos y en peligro de extinción. Todos ellos se
encontraban en deplorable estado y según algunos testigos, muchos más
murieron en el viaje de regreso a España.
Hoy día, los casos se siguen sucediendo. Estados Unidos, Japón, Europa
y los países del Este, son los principales consumidores de naturaleza
silvestre del mundo, destino principal de un comercio que tiene en
los países en vías de desarrollo (Sudamérica, África y Asia), sus
principales proveedores, debido principalmente a la destrucción del
hábitat, la deforestación continuada y los monocultivos que asolan
regiones enteras donde antes florecía en todo su esplendor las selvas
tropicales.
Cada año, más de 5.000 especies desaparecen de la faz de la Tierra.
Esta alarmante pérdida de diversidad biológica, compromete seriamente
el futuro de un desarrollo sostenible.
Especies cómo el tigre de bengala, el elefante asiático y africano, el
rinoceronte blanco y negro, el panda gigante, el loro negro asiático,
los grandes simios, la tortuga marina, el tucán, árboles de madera
preciosa como la caoba, palo santo, los guacamayos, ranas, orquídeas,
cactus....etc, se encuentran al borde de su extinción, estando
incluidas en una lista roja que cada día aumenta vertiginosamente.
Recientemente Naciones Unidas ha dado un comunicado en el que en
quince años, el gorila habrá desaparecido. Impresionante afirmación
que sin embargo, no hace dispararse la alarma, fundiéndose entre los
cientos de teletipos que escupen las agencias internacionales y que se
pierden en verdaderos amasijos de papel que van directamente a las
papeleras. Hay que recordar que el 2009 fue considerado el año del
gorila. Hoy se anuncia su desaparición. ¿Ocurrirá lo mismo con la
biodiversidad?.
DI: ¡NO!. TU DECIDES
El destino de la humanidad, parece estar atado a seguir viviendo en la
Tierra y de la Tierra cogemos los recursos que ésta nos ofrece. Pero
son limitados, no podemos dilapidarlos alegremente. Debemos cuidar
?nuestro huerto?, y sobre todo, aprender a no usarlo por encima de su
capacidad de regeneración.
No olvidemos, que de nosotros depende que este tráfico ilegal o legal
(mascotas exóticas con destino al comercio) termine. La solución, es
bien sencilla. Si no hay cliente no existe vendedor. Sin el vendedor,
desaparece el mayorista y con él, el tráfico se hunde y se disipa. Una
fórmula que requiere una suficiente concienciación por parte de los
ciudadanos, a la hora de poseer mascotas y animales exóticos.
Disfrutar de un loro parlanchín o un guacamayo, significa que otros
muchos han muerto en el camino. No merece la pena tanto sacrificio por
sólo un capricho.
Decir NO a la compra de un ejemplar exótico (reptil, peces
tropicales, loros, etc.), es decir NO al TRAFICO ILEGAL DE ESPECIES Y
DE MASCOTAS TROPICALES..
La falta de sensibilidad e información sobre este tema, es la causante
de muchos problemas. Así, una gran parte del volumen de animales que
se captura anualmente, se utiliza para satisfacer la demanda de
animales de compañía cada vez más exóticos, de objetos decorativos
(trofeos, pieles,..). Pero debemos pensar que esos animales exóticos,
aunque sean legales en su comercio, proceden de un determinado lugar
que posiblemente ha sido destruido, donde muchos otros han muerto,
donde ha desaparecido la biodiversidad o parte de ella de esa zona,
donde en el camino rumbo a las tiendas de comercio, han perdido la
vida numerosos de ellos debido sobre todo a las malas condiciones en
el transporte.
Los cinco millones de pájaros vivos que circulan anualmente por el
mercado mundial; el millón y medio de reptiles importados sólo en
EE.UU.., y destinados al mercado de ?mascotas?; o los más de 25
millones de mariposas que exporta anualmente Taiwán para los
coleccionistas; demuestran la magnitud del desbordamiento de una
actividad fruto de la idea de ?que cualquier animal puede convertirse
en un animal de compañía, y cuanto más exótico mejor? o de ?que un
elemento decorativo natural? en nuestros hogares, es signo de buen
gusto y de aprecio por lo natural.
Ante esta perspectiva, tanto a nivel personal, como social, debemos:
* Tomar conciencia, cuando compremos un animal exótico o algún
producto derivado, de si su captura ha afectado negativamente a las
poblaciones silvestres o al propio individuo. Si es peligroso o puede
influir negativamente en los ecosistemas autóctonos, en caso de que se
nos escape. Si es justificable privar de libertad a un ser vivo, con
el único propósito de poseerlo, recluyéndolo en espacios que no tienen
nada que ver con los de sus hábitats natural.
* Informarnos sobre como vive la fauna y flora en la naturaleza,
desterrando ideas equivocadas y caprichos que resultan nefastos.
* Evitar el consumo de animales, plantas y sus derivados que
perjudique claramente a individuos y poblaciones silvestres.
* Potenciar la tenencia de los animales de compañía tradicionales,
frente al exotismo de las nuevas ?mascotas?.
La conservación de la biodiversidad, está íntimamente atada al
comercio de animales y plantas. Tanto es así, que se la considera el
segundo factor de importancia en la desaparición de especies, después
de la destrucción de sus hábitats. Como dice el naturalista británico
Gerald Durrell:
? La clave para prevenir la terrible violación de seres en su estado
natural que supone el tráfico ilegal de animales, es la educación. Es
necesario enseñar a la gente, que todos los elementos de la
naturaleza, son un recurso renovable, si se utilizan con cuidado y no
se malgastan. Si se le enseña que su herencia natural es algo que debe
enorgullecerle, y que debe protegerla y no malgastarla para obtener
ganancias egoístas a corto plazo, el resultado será, probablemente,
una utilización más prudente de la naturaleza, en beneficio de todos?.
El mantenimiento de la diversidad biológica se consigue, entre otras
maneras, mediante la protección de sus hábitats naturales, manteniendo
áreas de interés especial con programas específicos de conservación.
Hoy en día, el comercio de especies aporta pocos beneficios económicos
reales a los países en proceso de desarrollo (mayores exportadores).La
falta de estrategias de explotación que aseguren una producción
sostenible, ha hecho de este comercio una actividad básicamente
predadora, en la que los grandes beneficiarios son los intermediarios
y los comerciantes de los países ricos.
Decir ¡NO! a la compra de animales exóticos, es decir ¡NO! al Tráfico
Ilegal de Especies y a la pérdida de la riqueza genética del planeta
en el cual habitamos. La naturaleza no debe de estar en venta.
CONVENIO DE WASHINGTON (CITES)
El CITES o popularmente conocido como el Convenio de Washington, es la
abreviatura utilizada para denominar al Comercio Internacional de
Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres. Este Convenio fue
firmado en la citada ciudad estadounidense, el 3 de marzo de 1973. Es
uno de los ?logros del Derecho Internacional? en cuanto a la
conservación de la naturaleza se refiere, aunque las múltiples
deficiencias que afectan a su aplicación, merman su eficacia de forma
decisiva.
En enero de 1986, España ratifica el tratado, al incorporarse a la
Comunidad Europea, siendo obligada su aplicación en nuestro territorio.
Para alcanzar este objetivo, se establecieron tres niveles de protección:
Anexo I: Incluyen las especies consideradas en peligro de extinción.
Su comercio sólo se permite cuando se trata de actividades cuyos fines
no son ?primordialmente comerciales?. La vaguedad de esta expresión,
ha provocado problemas de aplicación del Convenio.
Anexo II: Componen especies que pueden verse amenazadas como
consecuencia de su comercio incontrolado.
Anexo III: Especies Amenazadas en un determinado país. El mecanismo de
inclusión de una especie en este apartado comienza con una petición de
apoyo del propio país al CITES, con el fin de controlar el comercio de
la especie en cuestión. De esta forma, la especie es incluida en el
Convenio, pero sólo en cuanto a los ejemplares procedentes del país
interesado.
El primer síntoma de fragilidad del CITES, es su voluntariedad. La
posibilidad de abandonar el Comercio está abierta para los Estados
miembros en cualquier momento, lo que debilita la fuerza de las
decisiones que se tomen. En caso de que la inclusión de una
determinada especie perjudique los intereses económicos de un país,
existe un alto riesgo de que éste, se retire del Convenio impidiendo
su adecuada aplicación.
Para ser incluida una determinada especie en el Anexo I del CITES,
tienen que darse una serie de circunstancias como son: La población
adulta sea menos de 5.000 individuos, haya desaparecido en un 50% en
los últimos cinco años o en dos generaciones consecutivas y cuyo
dominio geográfico se extienda por una superficie de 10.000 kilómetros
cuadrados.
Según muchos expertos y naturalistas, esta directriz no debería
tenerse en cuenta, ya que se olvida de otros factores que ponen en
peligro a muchos animales que necesitan protección.
Mientras que el CITES considere a los animales ?objetos? económicos
regulados por la Ley de contrabando y no ?sujetos?, seres vivos cuyo
valor es incalculable en la protección de la biodiversidad y que las
infracciones sean perseguidas por otra clase de leyes como la penal o
Ley de biodiversidad, el tramado montado entorno a este convenio sólo
esta dirigido para recaudar y no para conservar. Un grave error de
planteamiento.
Problemas en la aplicación del CITES en España
Existe una falta en el desarrollo de normas legales aplicadas a
nuestro país, para poner en práctica el CITES. Desde 1986, no se han
elaborado normas que faciliten la incautación de especímenes, sanción
de los infractores del Convenio, etc., por lo que se están teniendo
serias dificultades para aplicar real y eficazmente el CITES.
Por otro lado, la ausencia de Centros de Rescate donde depositar los
animales intervenidos, son problemas graves que están imposibilitando
la atención adecuada de especies muy valiosas que requieren los
cuidados de expertos cualificados, fomentando tal vez, la tenencia
ilegal, ya que muchas especies intervenidas tienen que quedar en poder
del infractor por no existir centros adecuados y transportes
necesarios del ESTADO para el cuidado de los animales. Las Autoridades
CITES lo que hacen es concertar con centros privados o zoológicos,
donde llevar a las especies incautadas si tiene cabida, es decir, si
pueden entrar en un grupo determinado o tienen espacio. También estos
centros, se reservan la entrada de animales que sean conflictivos a la
hora de socializarse con un grupo ya establecido. Además de ello,
algunos zoológicos que son receptores de animales, sin embargo,
incumplen con la Ley de zoológicos por cometer numerosas infracciones.
Más del 70% de los zoológicos en España, deberían cerrase de forma
inmediata por la cantidad de irregularidades, malas condiciones de los
animales y un sin fin de anomalías, que hacen sea responsable
entregar en custodia animales protegidos por el Estado.
Otro de los problemas que convendría solventar lo antes posible, es la
disponibilidad de un mayor número de técnicos, especialistas en los
diferentes aspectos del Convenio de Washington, para garantizar la
aplicación del mismo. Actualmente, no existe suficiente cobertura en
el control de todas las operaciones de movimiento ilegal de especies,
o la identificación de los distintos especímenes incluidos en el
CITES, que pasan por multitud de aduanas españolas.
Otra problemática grave es la conveniencia de los países que
pertenecen al Convenio CITES, de votar y apoyar intereses nacionales y
económicos, sin mirar para nada la especie que se debe de proteger.
Ahí tenemos en la última convención realizada en Katar, en la que
Japón seguirá matando ballenas aún en contra de la Comisión Ballenera,
la negativa de que el Atún Rojo pase a ser protegido o la negación a
proteger los tiburones que desaparecerán si seguimos permitiendo las
matanzas existentes. Las matanzas de delfines realizadas por Japón y
Dinamarca es otro ejemplo más. Todo basado en intereses económicos.
Les importa un bledo la protección de especies o la biodiversidad del
planeta.
Más Inconvenientes en la aplicación del CITES
* Al no existir normalmente un centro de animales especializado ni
medios para el transporte, los animales intervenidos, quedan en manos
del propio infractor, erigiéndose depositario de la mercancía,
pudiendo manipular e incluso venderla.
* El documento CITES que acompaña la entrada legal de una determinada
especie, no especifica la mercancía concreta, con lo que con un mismo
CITES puede amparar ?x? animales que hayan entrado ilegalmente.
* Al existir en la CEE libre mercado, se presenta un problema difícil
de solventar, en el control y registro de especies que hayan entrado
por las fronteras de los distintos países miembros. Por ejemplo: Un
animal de venta en España, puede estar amparado al ser válido, por un
CITES de origen Alemán. Al comprobar la partida, nos encontramos con
que no existe una base de datos que centralice todos los CITES que han
entrado en la CEE. Resultado: El servicio realizado, aún pudiendo ser
una aprehensión de importancia, queda anulado o sin efecto.
* Con relación a las piezas de marfil (colmillo de elefante, cuerno de
rinoceronte, etc.), entran por la frontera con un número de
clasificación, pero al ser tallados, ese número se pierde y se hace
imposible saber si verdaderamente la pieza ya tallada le corresponde
al número indicado en el CITES que se presente cuando se realiza una
inspección.
* El CITES es totalmente inútil para especies que no estén en peligro
de extinción, ya que regula su comercio pero no se tiene en cuenta los
problemas que afectan a las especies no amenazadas en cuanto a su
transporte, destrucción de sus hábitats, introducción en España y
posibles consecuencias en caso de que entren en nuestros ecosistemas
como especie invasora.
* Especies como el Delfín que se encuentra en el CITES II, se permite
su comercialización mediante control. Sin embargo a la hora de la
captura (principalmente con destino a delfinarios), no se hace estudio
científico de la población de donde se extrae como está ordenado por
el Convenio. Esto mismo ocurre con muchos animales del mencionado
apéndice.
Falsificación de documentos
Esta actividad se ha desarrollado enormemente en los últimos años, a
causa del aumento de controles.
La lista de los casos enumerados por la Secretaría del CITES y según
la Interpol, es bastante larga:
* Documentos auténticos obtenidos fraudulentamente. Son los permisos o
certificados facilitados por corrupción, mediante documentos falsos y
declaraciones falsas.
* Documentos auténticos falsificados por modificación de los nombres
de las especies, de la procedencia, del número de ejemplares, etc.
* Documentos falsos. Pueden concederse por formularios auténticos o
por imitaciones. Las firmas o los sellos pueden ser imitados.
Existen fraudes sobre el origen y la procedencia de la especie,
reexportación de mercancías distintas a las importadas, utilización
abusiva de la reexportación, etc. Tal vez muchos de estos problemas
pudieran desaparecer, si los animales con CITES, llevaran un chip cada
uno, con todos los datos necesarios (especie, procedencia, nº de
cites, edad, enfermedades, etc.) Sería una solución y una fórmula más
eficaz de control.
Debemos esforzarnos, tanto los ciudadanos como las Administraciones,
para que el Comercio Ilegal de Especies sea erradicado de nuestra
sociedad.. De nosotros depende. Tenemos los medios adecuados para
ello. No compremos animales exóticos ni partes o derivados de animales
catalogados en peligro de extinción. Denunciemos cualquier agresión a
cualquier establecimiento sospechoso de traficar con especies. Seamos
respetuosos con la vida. Destruir a la larga nos destruye a nosotros
mismos. Es más hermoso observar en un documental a un loro en su
propio hábitat, que tenerlo entre rejas en un espacio reducido en
nuestra casa. Amemos la vida y la vida nos amará.
EL SERVICIO DE PROTECCIÓN DE LA NATURALEZA DE LA GUARDIA CIVIL (SEPRONA)
A pesar de todas las dificultades e inconvenientes señalados, el
Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (SEPRONA),
está realizando excelentes servicios encaminados a erradicar el
tráfico de especies en España. Su trabajo se ha hecho indispensable en
la defensa del medio ambiente y en hacer cumplir las leyes vigentes en
la materia.
Hay que destacar dos servicios realizados en los últimos meses. El
primero de ellos ?Operación Lobezno?, desarrollada entre diciembre del
2009 y enero del presente año, interviniéndose un lobo ibérico, un
guepardo y un cachorro puma entre otros animales que iban a ser
vendidos. En esta red de traficantes que operaba en diez provincias
españolas, han sido detenidas siete personas.
?Operación Silvestre?, es el segundo servicio destacado realizado por
el SEPRONA, en la que igualmente han sido detenidas siete personas en
siete provincias españolas y se han intervenido 2.619 ejemplares de
multitud de especies de aves, mamíferos, peces, reptiles, disecados o
preparados para ello. La mayoría entraban por la Aduana en maletas con
destino a taxidermistas y posterior venta.
Desde aquí, doy la enhorabuena a todos los agentes implicados en estas
Operaciones por su gran labor a la sociedad y la Naturaleza, siendo
extensible a todos los componentes del SEPRONA, que desarrollan una
importante labor en defensa de la Tierra.
EL TRÁFICO DE ESPECIES VIA @INTERNET@
El servicio de Internet es un gran avance tecnológico al servicio de
todos los ciudadanos y cuenta con una capacidad no soñada antes:
comunicarnos con personas a través del mundo y recibir sus mensajes al
momento, además de la obtención de cualquier tipo de información. Este
útil servicio sin el cual me atrevería a decir no podríamos
prescindir, también se convierte en una herramienta negativa cuando es
usada de modo ilegal. Todos hemos escuchado las redes de menores
existentes dentro de la red, así cómo de otros delitos, cuya vía
principal es Internet. El tráfico ilegal de especies no iba a ser
menos y sus garras han entrado de forma masiva en los miles de foros y
páginas webs que el ciudadano consulta a diario.
En los servios de policía telemática y del SEPRONA, las denuncias por
la existencia de anuncios de compra y venta de especies protegidas, ha
aumentado de forma considerable, con la particularidad que muy poco se
puede hacer al respecto, excepto intentar avisar a los gestores de los
servidores para que rastreen las páginas y mensajes que de formas
abierta, pública y descaradamente anuncian ventas y compras como si de
un mercado exótico se tratara y las eliminen.
En España aún no se han establecido patrones de actuación para esta
clase de delito que se encuentra penado en el código penal, ya que es
difícil contactar con las personas que ofertan especies en peligro,
incluidas en el CITES por dos motivos principales: primero porque si
la cita la realiza un agente de la Autoridad puede ser considerado
como inducción al delito por lo que la actuación quedaría nula ante un
juez y si es un particular que estuviera en contacto con las
autoridades, tampoco podría ya que la compra y venta, seria ilegal por
lo que el particular estaría incurriendo también en delito. ¿Cómo
actuar entonces contra este Tráfico que se ha desviado a las redes
informáticas?.
Este problema no sólo es en España, sino en todo el mundo. Los
traficantes, desde cualquier parte de la tierra, pueden establecer
contacto con sus compradores, facilitando de esta forma tanto la
seguridad en la venta, como la rapidez de contacto estableciendo ellos
mismos un código de seguridad (contactos, transporte, envíos, etc..)
que es difícil de combatir con los medios actuales.
Una ONG de EE.UU. (IFAW) ha confeccionado un informe que muestra como
en una sola semana se encontraron en internet anuncios de 146 primates
vivos, 526 tortugas vivas o sus caparazones, 5.527 de derivados de
elefantes....Localizaron una jirafa por 15.000 ?, un gorila por 6.000
? o bebes de chimpancés por 60.000 ?. En España, Proyecto Gran Simio
ha hecho la prueba y el resultado es escalofriante. Podemos encontrar
infinidad de animales a la venta de especies en peligro (leones,
tigres, toda clase de reptiles, y muchos primates......).
Las intervenciones CITES en nuestro país ha disminuido por parte de
las Autoridades encargadas de su persecución, pero eso no quiere decir
que exista menos tráfico de especies, pues las ventas en Internet ha
aumentado de forma alarmante. La situación es clara. El tráfico ilegal
se ha volcado a la red y desde ahí, escapa por el momento al control
policial.
Se hace necesaria y de forma urgente, una Ley sobre el uso y disfrute
de Internet, donde estas prácticas ilegales se pudieran combatir con
contundencia y de forma rápida, facilitando la labor de la policía
informática, dando competencias para poder actuar con precisión y
claridad, establecer contactos con los infractores sin impedimentos
judiciales y que las actuaciones estuvieran respaldadas por las
Fiscalias de Medio Ambiente, que por otro lado, se deberían establecer
en todo el territorio nacional, con jueces especializados en materia
de naturaleza. Si no lo hacemos así, el tráfico continuará de forma
impune ante la vista de todo el mundo. La biodiversidad seguirá
desapareciendo, aunque como dije al principio, el tráfico de especies,
tanto de fauna como de flora, va por detrás de la destrucción de la
propia biodiversidad. Tras las deforestaciones, surgen el tráfico de
especies. Si no se elimina la destrucción de las selvas tropicales y
la biodiversidad, no se eliminará el tráfico. Debemos poner medidas
globales para erradicar la desaparición de especies
Internet es un monstruo grande que abarca numerosas posibilidades en
la sociedad actual y futura y es por ello que se necesita de unos
ratones policiales que a golpe de clic, puedan perseguir los delitos y
erradicar de forma contundente, el tráfico de especies que en lugar de
disminuir, aumenta de forma colosal por esta misma via@.
PEDRO POZAS TERRADOS
Director Ejecutivo
Proyecto Gran Simio (PGS/GAP ? España)
www.proyectogransimio.org
Teléfono: 678 808 832
nautilusmar@yahoo.es
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