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21 jun 2009

El alcalde pide en un bando que se respete la integridad del toro



EFE
Actualizado 19-06-2009 20:53

Mérida.- El alcalde de Coria (Cáceres), Juan Valle, ha emitido un bando para recordar a los visitantes y vecinos "que se abstengan de cometer cualquier acción que pueda poner en peligro la integridad del astado" durante la Fiestas de San Juan de esta localidad.

(EFE)

El toro de Coria, con el cuerpo lleno de dardos, banderillas y otros objetos punzantes que los habitantes de Coria le han lanzado a su paso por las calles de la localidad, durante la celebración de las fiestas de San Juan. EFE/Archivo

El bando, recogido por Efe, destaca el respeto que siempre se ha tenido en Coria al toro, por ser éste el eje sobre el que giran las fiestas.

"Uno de los objetivos compartidos tanto por los ciudadanos como por la Corporación municipal es garantizar el máximo respeto a las reses de lidia en el convencimiento de que es la mejor vía para proteger nuestras fiestas", añade.

En este sentido, advierte contra el lanzamiento de los denominados "soplillos", ya que, aunque causa escaso daño al toro, es una "acción polémica" que, además de poder lesionar a los corredores, "causa efectos perniciosos" sobre la fiesta al no reflejar su realidad.

También dice que en ocasiones se producen acciones no permitidas, como picar al toro o la colocación de banderillas por personal no autorizado, así como el lanzamiento de petardos que pueden aturdir y al causar daños al animal o a los espectadores.

"Este tipo de acciones sólo sirven para deteriorar la imagen de una mayoría que respeta al toro durante su lidia", señala el alcalde en el bando.

Asimismo, no está permitido el uso de rayos láser dentro del recinto porque puede causar daño a la vista.

Por otra parte, el bando dice que arrojar a la calles vasos de vidrio u otro tipo de recipientes puede causar lesiones a los animales o provocar la caída de algún corredor, por lo solicita la colaboración a los bares y peñas para que no los utilicen y a los usuarios para que no los arrojen a la calle.

El alcalde espera la máxima colaboración para erradicar determinadas conductas que, de producirse, podrían ser sancionadas en cumpliendo de la normativa vigente.


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A finales de Junio tendrá lugar en Coria una nueva edición de la brutal tradición del Toro de Coria. Acudirán activistas de toda España para protestar
El Toro de Coria ya está en el corredor de la muerte
Quedan pocos días para que Coria, una Localidad situada en la Provincia de Cáceres, celebre las Fiestas de San Juan y con ellas, como cada año, lo más atractivo y esperado para unos cuantos autóctonos y foráneos: el denominado Toro de Coria. En realidad no se trata de uno, sino de varios los animales que durante estos festejos - que por cierto están declarados de interés turístico - serán acosados, maltratados y ase
Enviado por Salud | 04/06/09 - 01:59 Julio Ortega Fraile
Quedan pocos días para que Coria, una Localidad situada en la Provincia de Cáceres, celebre las Fiestas de San Juan y con ellas, como cada año, lo más atractivo y esperado para unos cuantos autóctonos y foráneos: el denominado Toro de Coria. En realidad no se trata de uno, sino de varios los animales que durante estos festejos - que por cierto están declarados de interés turístico - serán acosados, maltratados y asesinados para regocijo de muchos de los presentes y también para dolor de algunos asistentes, testigos indispensables y dolientes de aquella tortura con el objeto de poder informar sobre lo que allí ocurre y por supuesto de incógnito, ya que manifestarse contrario a esa salvajada en aquel lugar es asegurarse insultos, amenazas y agresiones. Quien es violento con los animales no se vuelve de pronto piadoso con las personas, una realidad que los estudios médicos avalan, las pruebas demuestran y los legisladores prefieren ignorar, en un nuevo alarde de pusilanimidad y sordidez política.

En una información acerca de los horarios de las fiestas indica que “la hora de la muerte del primer toro de la tarde dependerá del juego que dé en las calles”. ¡Es un juego!, un pasatiempo sangriento, sádico y brutal, pero asumido como un entretenimiento en definitiva; así consideran en Coria las instancias oficiales y sus seguidores esta cruenta tradición, como una diversión apetecida, necesaria y probablemente, en el colmo de la majadería, creen que les dignifica como transmisores de cultura. La cultura de la atrocidad y de la muerte, en la que se asienta necia y miserablemente la defensa de ésta y de otras muchas costumbres infames con padecimiento animal incluido todavía existentes en nuestro País.

Y tienen el cinismo de rematar ese documento informativo con la siguiente frase: “El toro es el protagonista de las fiestas, no lo maltrates e impide que otros lo hagan”. ¿Qué es esto?, ¿el absurdo de la mano de la brutalidad?, ¿un sarcasmo macabro?, ¿o tal vez una simple fórmula metida a la fuerza allí donde jamás podrá encajar, añadida porque la ley les obliga a considerar ese extremo?. La misma Ley que en España prohibe maltratar cruelmente animales pero que excluye de su cumplimiento a “los espectáculos autorizados”. Las excepciones a los crímenes, Señores legisladores, siguen siendo crímenes. La sangre de los toros que este mes morirán a manos de unos cuantos brutos en Coria, la de estas “salvedades” cuyo organismo es exactamente igual al de aquellos sí contemplados en las disposiciones legales, encanalla su Norma, envilece su honradez moral como gobernantes, menoscaba su dignidad como seres humanos y es la evidencia de que su preocupación por el bienestar de los animales es tan solo una farsa burda y abominable.

¡Pero si el toro no sufre!, esa es la sandez repetida hasta la saciedad por los aficionados a esta escabechina. Según ellos, los dardos que lanzan con cerbatanas al animal y que se le van clavando por todo el cuerpo, partes blandas y ojos incluidos, ni los siente. El miedo por verse perseguido y el agotamiento físico tampoco los nota a su juicio. Al igual que el disparo que acaba con su vida en el instante en el que aprecian que ya no está en condiciones de ofrecerles más divertimento; cuando llega ese momento es porque el toro está tan herido y extenuado que carece de fuerzas para continuar, pero claro, todo eso lo experimenta sin dolor ni angustia. Creo que el argumento se califica a sí mismo con sólo decir que hasta hace pocos años, se le cortaban los testículos cuando todavía permanecía vivo porque formaba parte de la tradición, ahora se ha prohibido con gran descontento de los participantes, pero estos defensores de lo imposible afirmaban lo mismo entonces que ahora: “el toro no sufre”, y eso lo decían con el animal agonizando en el suelo desagrándose y con un eufórico cafre mostrando orgulloso los órganos genitales del astado en su mano.

Tal vez sean de interés turístico pero sin duda, también poseen interés patológico, pues tales demostraciones de goce con el sufrimiento y muerte de varios animales martirizados, son señales inequívocas de graves desarreglos mentales y de una peligrosa degeneración del concepto de ética. El sufrimiento de varios toros, su asesinato y el sadismo autorizado de muchos hombres, tienen ya una nueva fecha en Coria: del 23 al 29 de Junio. El día 21 se concentrarán allí activistas contra el maltrato animal llegados de toda España, para ofrecer una muestra de cordura y de sensibilidad frente a tanta mediocridad institucionalizada, además de para exigir su prohibición, y es que es incomprensible el que todavía no se considere un delito semejante ostentación de saña y de encarnizamiento. Y como siempre, seguro que tendrán un recuerdo para Vicky Moore, la inglesa que llegó a nuestro País como turista y que años después, tras luchar sin descanso contra el abundante maltrato animal que se encontró en esta Tierra, murió a consecuencia de las cornadas recibidas tiempo antes mientras obtenía un documento gráfico para denunciar la vergonzosa tradición del Toro de Coria.

Los organizadores y seguidores de este espectáculo se libraron entonces de una opositora muy dura, pero poco imaginaban que el número de Vickies crecería como lo ha hecho y que cada vez estarían más solos justificando su conducta ruin. Aunque ellos aseguren muy prepotentes que nada ni nadie les va a arrebatar su diversión. Porque los miserables de espíritu, los partidarios de la crueldad, los que practican el abuso sobre seres más débiles, utilizan a partes iguales la mentira y la chulería como sostenes de sus desafueros. Pero a nadie asombra tal comportamiento, porque en quien es capaz de atormentar a un animal, de acabar con su vida y encima de sentir placer con ello, su actitud fanfarrona y embustera no deja de ser casi anecdótica, en todo caso, mucho menos grave que su participación en un crimen legal.


Julio Ortega Fraile

2 comentarios:

  1. Como no duele,propongo que vaya el alcalde y toda su corte corriendo,y los demas que les tiren los dardos,seria mas divertido ver sus caras de felicidad,segun ellos,no duele

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  2. Como no duele,propongo que el primero vaya el alcalde,y luego toda su tropa,se lo pasarian yupi,a disfrutar,pero todos,incluido el pobre toro,este pastando,claro,donde debe estar

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