EL AYUNTAMIENTO DE TORDESILLAS RESPONDE A ANPBA

El Ayuntamiento de la localidad vallisoletana de Tordesillas ha remitido un escrito a la Asociación Nacional para la Protección y el Bienestar de los Animales (Anpba) en el que se compromete a estudiar "cuantas medidas se juzguen necesarias u oportunas para hacer compatible el desarrollo del festejo del Toro de la Vega con los valores y sensibilidades" planteadas por la asociación para "humanizar" este espectáculo. Seguir leyendo el arículo
Según un comunicado de Anpba recogido por Europa Press, la Asociación remitió al Consistorio de Tordesillas un escrito en el que pedía que en este tradicional festejo, que se celebra cada año en septiembre, no sea alanceado el toro "sobre la base de un documento oficial emitido en 1966 por la propia Comisión de Festejos del Ayuntamiento".

Ante esta petición, Alcaldía del Ayuntamiento de Tordesillas remitió un escrito a la Asociación en el que se asegura que el Consistorio "comparte plenamente la sensibilidad en la que se basa la propuesta de Anpba", motivo por el cual, "cuando haya de reunirse la Comisión de Festejos y se vuelva a plantear el tema, desde esta Alcaldía se postularán cuantas medidas se juzguen necesarias u oportunas para hacer compatible el desarrollo del tradicional festejo del Toro de la Vega con los valores y sensibilidades" desde los que se formuló la propuesta de este colectivo.

No obstante, la propuesta de Anpba no será llevada al Pleno de la Corporación, como solicitó la asociación, al entender la Alcaldía que "no es la instancia ni el mejor modo de alcanzar la finalidad perseguida", motivo por el cual será elevada ante la Comisión de Festejos.

En su escrito al Consistorio, Anpba citó un documento oficial, fechado en 1966, elaborado por la propia Comisión de Festejos en la que planteó al entonces Gobernador Civil de la Provincia de Valladolid, que el llamado 'Toro de la Vega' y los cabestros "serían conducidos hasta la Vega, y desde allí conducidos, sin tampoco hostigarles ni hacerles objeto de lidia alguna, ni a pie ni a caballo, hasta la finca denominada Prado de Zapardiel y no habrá, pues, ninguna lesión y, por lo tanto, las reses no sufrirán agresión de golpes o heridas, quedando en consecuencia reducido el espectáculo a la conducción o encierro".