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Córdoba.- Muchos perros son sacrificados o abandonados por su actitud violenta, pero al contrario de lo que se piensa, en la conducta agresiva del perro la raza tiene poco protagonismo respecto a todos los factores que dependen del dueño, según un estudio realizado por la Universidad de Córdoba (UCO).
(EFE)
Muchos perros son sacrificados o abandonados por su actitud violenta, pero al contrario de lo que se piensa, en la conducta agresiva del perro la raza tiene poco protagonismo respecto a todos los factores que dependen del dueño, según un estudio realizado por la Universidad de Córdoba
Así lo demuestra este estudio que incluye razas consideradas agresivas por naturaleza, como el rottweiler o el pitbull, y concluye que son los dueños los principales responsables de los ataques por dominancia o competencia de sus mascotas.
Según una información del Servicio de Información y Noticias Científicas (SINC), el equipo de investigación de la UCO ha determinado los factores externos e inherentes a los perros para comprender su agresividad y han comprobado que los factores externos, modificables y dependientes del dueño, influyen más en los animales.
El autor principal del estudio e investigador de la UCO, Joaquín Pérez-Guisado, ha indicado que algunos factores que provocan agresividad en los perros que los dueños no hayan tenido un perro antes, no someterlo a un entrenamiento básico de obediencia, consentir o mimar al perro en exceso o no emplear el castigo de tipo físico cuando éste es necesario.
La adquisición del perro con los propósitos de regalo, simple mascota, guarda y defensa o capricho, castrar a las hembras, dejarle la comida de forma indefinida o dedicarle poco tiempo en general y en sus paseos son otras de las causas de la agresividad en los canes.
"El desconocimiento de todos estos factores modificables potenciaría este tipo de agresividad y conformaría lo que coloquialmente podríamos llamar como darle una mala educación a nuestro perro", ha explicado Pérez-Guisado.
El estudio, que se ha publicado recientemente en Journal of Animal and Veterinary Advances, parte del dato de que cerca del 40 por ciento de las agresiones por dominancia de los perros están vinculadas a dueños poco autoritarios que nunca han realizado entrenamiento básico de obediencia con sus mascotas o que, si lo han hecho, ha sido de forma mínima.
Los investigadores han estudiado 711 perros, de los que 354 eran machos y 357 hembras, y además 594 eran de pura raza y 117 mestizos mayores de un año.
Entre las razas observadas destacan el bullterrier, el american pitbullterrier, el pastor alemán, el boxer, el rottweiler, el dobermann y razas aparentemente más dóciles como el dálmata, el setter irlandés, el golden retriever, el labrador retriever, el caniche miniatura, el chihuahua, el pekinés, o el bulldog francés, que también muestran actitudes dominantes.
Según Pérez-Guisado, determinadas razas, el sexo masculino, el tamaño pequeño o la edad de 5 a 7 años son los factores dependientes del perro asociados a una mayor agresividad por dominancia.
No obstante, estos factores representan "un peso mínimo" para que el comportamiento del can sea agresivo, pues influyen más los factores unidos al modo de actuación del dueño.
Para corregir el comportamiento del animal, los amos deben seguir un trato adecuado y "restablecer la dominancia sobre el perro", añade el investigador.
En cuanto al castigo físico, Pérez-Guisado ha puntualizado que "esta medida no puede utilizarse con todos los perros debido a la peligrosidad que entrañaría, aunque sí podría ser empleada para restablecer la dominancia sobre cachorros o perros que sean de pequeño tamaño o fáciles de dominar".
Sin embargo, "nunca deberá ser utilizada como justificación para ensañarse con el perro, pues el castigo de tipo físico debería ser más una forma de asustar y demostrar la dominancia sobre el perro, que un modo de infligir un gran sufrimiento al animal", ha aseverado.
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